Power Flower

Un pasaporte a las tumbas reales

La tecnología Power Flower es otra de las señas de identidad de la gama Focal, y lo ha sido durante más de 20 años. Merece la pena contar la historia de esta tecnología de imanes. Por aquel entonces, Focal quería desarrollar un woofer de alto rendimiento y gran eficiencia, para lo que era necesario utilizar una ferrita de diámetro muy grande. Esta Power Flower no existía y había que encontrar una solución alternativa, capaz de transmitir una energía considerable al motor. Así nació el imán Power Flower, y con él el uso de varios anillos de ferrita, apilados y distribuidos alrededor del núcleo central. 20 años después hemos conservado este sistema, nacido entonces bajo coacción. Esta tecnología ha revelado otra ventaja decisiva: no sólo la energía magnética es considerable, sino que, sobre todo, la separación entre los bloques de ferrita permite que el aire caliente circule libremente, garantizando una ventilación térmica sin igual del exterior de la bobina.

La cara interior se refrigera de forma más convencional mediante ranuras laterales cortadas en la cazoleta del subwoofer, y el aire sale por el conducto de ventilación situado en la parte posterior de la pieza del mástil. Refrigerada por ambos lados, el umbral de saturación térmica de la bobina es muy bajo. Al calentarse menos, deja de ser una limitación para la potencia, ya que su comportamiento será óptimo tanto en los picos de potencia, sin efecto de compresión dinámica, como tras una escucha prolongada, en la que su salida se mantendrá constante.

Otra ventaja de esta tecnología es que la bobina se descomprime al estar completamente abierta al exterior: la distorsión, ligada a los fenómenos de compresión mecánica (la bobina ya no se ve frenada por el pequeño volumen de aire comprimido en el entrehierro), se reduce considerablemente a potencias elevadas o muy elevadas.